miércoles, 7 de agosto de 2013

CAPÍTULO 9

Ha pasado una hora desde que Alaïs salió de la habitación. Justo después de separarnos, una enfermera entró para ver cómo estaba y tuvo que marcharse. Ha sido algo increíble. No estaba segura de lo que sentía Alaïs hacia mí, pero creo que ha quedado bastante claro. 'Si Nimue supiera esto... me decapita'. Un momento... ¡NIMUE! Alaïs ha dicho que he estado una semana en coma. Me giro nerviosa y encuentro mi móvil encima de la mesa al lado de mi cama. Lo alcanzo y veo que tengo más de 50 WhatsApp's de Nimue.

Náyade. ¿Dónde estás? Marc y yo estamos preocupadísimos por ti. Responde rápido, por favor. Nimue.

¡Náyade! Estas empezando a asustarme. Hace cuatro días que no sabemos nada de ti. ¿Dónde te metes? Nimue.

Le escribo un mensaje enseguida. Ha estado muy preocupada por mí, y Marc también, aunque es lo normal, ¿no? He estado desaparecida una semana.

Nimue, siento no haberte respondido en una semana. Mi madre se puso enferma y he tenido que volver a casa durante esta semana. Ahora mismo voy de regreso a Miami. Siento no haberos avisado, pero no quería desviaros de la misión. Espero que puedas perdonarme. Besos. Náyade.

Hecho. Ahora solo queda esperar la respuesta, que no tarda en llegar.

Nos has asustado muchísimo. Podrías haber avisado. Avisa cuando llegues y vamos a buscarte, ¿vale? Nimue.

Llegaré casi de madrugada, no hace falta. Cuando llegue voy derechita al hotel. Náyade.

Listo. Espero que hoy me den el alta y pueda salir cuanto antes de este dichosos hospital. En ese instante, la puerta se abre y aparece Alaïs con dos vasos de café.
-He hablado con los médicos y me han dicho que esta misma tarde te dan el alta. ¿Has avisado a Nimue?-me pregunta tendiéndome uno de los vasos.
-Si, acabo de hablar con ella.
-¿Qué le has dicho?
-Que mi madre estaba enferma.
-Vale. Estaba pensando... Sé que la última vez no salió muy bien pero... ¿quieres cenar esta noche?
-Claro.
-¿En serio? Genial.
Sonrío y él me devuelve la sonrisa. Nos pasamos el resto del día hablando y riendo hasta que, bien entrada la tarde, una enfermera llega para darme el alta.
-Ya puedes irte, preciosa. Está todo bien.
-Gracias-respondo
Alaïs sale del cuarto y yo le sigo. Cuando paso por la puerta, la enfermera me dice al oído:
-Has tenido suerte, guapa. Tu novio no se ha separado de ti en todo este tiempo. Espero que duréis mucho.
La miro dudosa y ella me sonríe. ¿Se ha creído que Alaïs y yo somos novios? Bueno, yo también lo creería después del beso de esta mañana.
Salimos del hospital. Son las 19:00. Nimue todavía no habrá llegado.
-Alaïs, ¿que tal si me recoges en media hora en el hotel? Quiero arreglarme un poco.
-Claro. Te veo en media hora.
Y me da un tierno beso en los labios. Sé que está mal pero... ¡Uf! Es imposible resistirse. No paro de darle vueltas al asunto de camino al hotel. Menos mal que nadie me ha visto. Si me llegan a ver Nimue o Marc... ¡Estoy muerta! Aunque eso no creo que pase, tengo que tener muchísimo cuidado. Llego al hotel y comienzo a arreglarme. Va a ser una noche entretenida.