sábado, 1 de febrero de 2014

CAPITULO 11

Todavía sigo en shock. La insignia de Nimue reposa boca abajo en el suelo. No puedo creer lo que he visto, pero por desgracia es real. Me agacho y recojo la insignia del suelo, dándole la vuelta para dejar a la vista el escudo de los Creadores. Este es su segundo año en los Buscadores, su segundo año de mentiras. Ha estado ocultándolo tod est tiempo... Y lo peor es que yo confiaba en ella. Cojo el teléfono, aún temblando de la sorpresa, y marco el número de Alaïs.
.¿Diga?
Dios. Sólo oír su voz y el corazón me pasa de cero a cien en un segundo.
-Alaïs, soy Náyade. Tenemos un problema.
-¿Qué pasa?-pregunta alterado
-Mmmm... Será mejor que lo veas. Recógeme en... ¿5 minutos?
-Mejor baja ya. Estoy en la puerta del hotel.
Atisbo una sonrisa en sus labios a través del teléfono.
_Vale. Bajo ya. Ahora te veo.
Y cuelgo. Agarro el pequeño chalequillo de punto de encima de la cama y me subo a mis tacones. La tarjeta de la habitación ya estaba en el bolso, así que añado la pequeña insignia. Todavía no puedo creerlo. Nimue, precisamente ella, colabora con los Creadores.
Llego abajo y encuentro a Alaïs apoyado enfrente del hotel. Está guapísimo con esos vaqueros y esa camisa. En fin, intento despejar la mente y me acerco a él con paso seuro.
-Hola-me dice con timidez a la vez que me da un tierno beso en los labios.
-Hola
-¿Qué querías contarme?
-Ah...-suspiro-He encontrado esto en la maleta de Nimue.
Mientras digo esto, saco la insignia de los Creadores de mi bolso y se la doy a Alaïs.
-¿Có...cómo has conseguido esto?
Levanto la mirada y me fijo en que se ha puesto pálido. Intuyo que sabe algo.
-Estaba en la maleta de Nimue... Alaïs, ¿sabes algo de todo esto?
-Yo... Náyade... Lo siento mucho...
-¿El qué? ¿Qué sientes?
No responde. La expresión de su cara es indescifrable.
-¿Alaïs?
-Náyade... Nimue es mi espía. La colé en la organización de los Buscadores para dar contigo y detener vuestra misión desde dentro Yo... Lo siento mucho Náyade. Quería llegar hasta ti para deteneros, pero acabé enamorándome de ti.
No sé que decir. Mi estado de shock es aún mayor que cuando descubrí la insignia de Nimue.
-Tú... tú...-no me salen las palabras-Olvídame
Y echo a correr sin decir nada más. Detrás de mi escucho los gritos de Alaïs llamándome desesperado, pero no me detengo. Tengo que encontrar a Marc para contarle lo que acabo de descubrir... Aparte de buscar un lugar donde poder curar mi reciente corazón roto...