CAPITULO 4
Nos dirigimos de
vuelta a la playa, esta vez acompañadas de Marc. Es un chico alto, moreno y
musculoso. También es muy simpático, no ha dejado de sonreír y de hacer bromas
en todo el rato para que nos relajemos. Cuando llegamos a la playa, Marc nos
conduce hasta un gran promontorio de rocas. La vista desde lo alto es
increíble, como todo en esta ciudad, que me impresiona más y más a cada minuto
que pasa.
-Aquí podremos
hablar tranquilos-dice Marc
Me mira, y sé que
quiere que le cuente de qué conozco a ese Creador. Empiezo a contarles todo lo
que ha pasado hasta ahora: Les hablo de cómo me encomendaron esta misión, de
cómo me monté en el avión hacia aquí y noté esa mirada fría y calculadora en la
espalda y supe al instante que me estaban siguiendo. No tardo más de media hora
en contarle todo lo sucedido y mis pensamientos al respecto.
-Creo que debemos
andarnos con más cuidado-concluyo-, que ese Creador sepa de nuestra existencia
y nos haya seguido el rastro nos pone en un peligro inminente a los tres y a
toda la misión que nos traemos entre manos.
Marc y Nimue me
miran sin saber qué decir. Al cabo de un rato, el silencio se ve roto por Marc.
-En mi opinión, pienso
que deberíamos ir cada uno por nuestro lado. Sé que os alojáis en el mismo
hotel, en la misma habitación. Pero fuera del hotel quiero que vayáis cada una
por su lado. Pienso que es una manera para despistarle, aunque seguimos estando
en peligro, puede que incluso más que si fuésemos juntos. Pero pensad que, si
nos atrapa y estamos los tres, ya no quedará nadie que siga adelante con la
misión. Por eso debemos separarnos. ¿Qué me decís?
-Yo estoy
contigo-respondo
-Y yo.
-Bien-prosigue
Marc-. Este es el plan: Saldremos todos los
días a las 08:00 de la mañana. Cada uno irá a un sitio distinto de la ciudad,
pero sin alejarnos mucho de la línea de playa, ya que los Buscadores solemos
movernos por aquí. A las 22:00 nos veremos de nuevo aquí para comentar lo que
hemos descubierto. Si encontramos a otro Buscador, deberéis llevarlo con
vosotras y luego traerlo hasta aquí para contarle lo que debe hacer.
¿Entendido?
-Entendido-respondemos
Nimue y yo al unísono
Después de esto,
Nimue y yo volvemos al hotel. Aunque no lo parezca, ha sido un día largo. Se
nos ha hecho de noche hablando con Marc y trazando un plan. Cenamos y decidimos
acostarnos. Mañana empieza la verdadera misión. Me duermo nada más tocar la
almohada, pero las pesadillas me invaden al instante. Una intensa mirada verde
esmeralda invade mis sueños.
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