Salgo de la cafetería dándole vueltas a lo que pasó en el callejón. Resulta que Alaïs quiere de mí algo más que capturarme. O eso espero yo... Decido dejar a un lado la búsqueda y saco la tarjeta de Alaïs y el móvil del bolsillo. En vez de llamarle, decido mandarle un WhatsApp:
Nos vemos dentro de 15 minutos en el callejón de antes. Náyade.
Su respuesta no tarda en llegar a mi móvil:
De acuerdo, en quince minutos estaré allí. Alaïs.
Todavía no puedo creer lo que voy a hacer. ¡Acabo de quedar con un Creador! ¡Yo, que siempre he defendido la naturaleza y odio a los Creadores desde que era una cría! No puedo haber cambiado tanto en estos años que llevo en la organización... ¿o sí? Llego 5 minutos antes de la hora que teníamos acordada, pero Alaïs ya está allí.
-Hola-me saluda
-Hola
-¿Te apetece ahora el café?-me pregunta con una mirada traviesa
-No... Solo quiero hablar.
-De acuerdo. ¿De qué quieres hablar?
-¿Qué quieres de mí?
-¿A qué te refieres?
Creo que mi pregunta lo ha pillado desprevenido. Su expresión delata la duda que siente al no saber qué responder.
-Me has seguido por algún motivo, y tengo la certeza de que ese motivo va más allá de los propósitos de vuestra organización.
-Tienes razón. Te he seguido, sí, pero mis motivos no tienen nada que ver con la organización. Me dejaste pensativo después de tu afirmación de antes, y creo que tienes razón. Si destruimos el último lugar con vegetación, no quedará nadie vivo para contemplar el alzamiento de la tecnología.
No puede ser. ¿Un Creador acaba de decir que no le gusta su organización? ¿Que prefiere al enemigo?
-Pero no es ese mi único motivo-continua-. Desde la primera vez que te vi en el avión no he parado de pensar en ti. Eres una chica muy guapa y me sentí atraído desde el principio. Pero no he sabido que eras una Buscadora hasta ayer.
Vale, esto es mucho más fuerte que lo de antes. ¿Le gusto? Y, ¿qué siento yo por él? La verdad, es bastante guapo. Pero es un Creador, se supone que debo odiarlo, aunque... Vale, sí, me gusta. Mucho.
-Vaya... No me esperaba esto, la verdad. Creía que tus motivos eran otros. Pero eres un Creador, y yo una Buscadora. Se supone que debemos odiarnos. No está bien que sientas eso. Además, seguro que es solo una estratagema para capturarme...
-¿Por qué no me dejas invitarte hoy a cenar y te demuestro que voy en serio? Me gustas mucho, Náyade, dame una oportunidad.
¿Qué le digo? Sé que no debería pero... Estoy intrigada, qué le vamos a hacer...
-De acuerdo... A... ¿las nueve en el restaurante donde te vi ayer?
-Vale. Allí nos veremos.
Y, antes de irse, se acerca a mí y me da un tierno beso en la mejilla. Se vuelve, sonriendo, y desaparece por la entrada del callejón. ¿Qué acaba de pasar?
¿Nunca habéis tenido la sensación de querer alejaros del mundo?¿De necesitar un lugar para soñar? Eso es lo que Náyade, la protagonista de esta historia, ha descubierto. Y está dispuesta a dar la vida por su causa. Pero, ¿será el amor una distracción?
'-' *0*
ResponderEliminarJajaja eso es que te gusta, ¿no? Jeje me alegro. ^^
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